top of page
Foto del escritorLynda Fernández Olivas

Un grito incontenible. La crisis de los mitos convenientes

Fecha de publicación: 21 de junio de 2021

https://www.alamy.es/hombre-de-negocios-rebelandose-contra-la-ley-y-la-injusticia-image401630370.html?pv=1&stamp=2&imageid=7835DF05-BA92-420B-8D66-705576CEAAF5&p=291753&n=0&orientation=0&pn=1&searchtype=0&IsFromSearch=1&srch=foo%3dbar%26st%3d0%26pn%3d1%26ps%3d100%26sortby%3d2%26resultview%3dsortbyPopular%26npgs%3d0%26qt%3drebelling%2520against%2520authority%26qt_raw%3drebelarse%2520contra%2520la%2520autoridad%26lic%3d3%26mr%3d0%26pr%3d0%26ot%3d0%26creative%3d%26ag%3d0%26hc%3d0%26pc%3d%26blackwhite%3d%26cutout%3d%26tbar%3d1%26et%3d0x000000000000000000000%26vp%3d0%26loc%3d0%26imgt%3d0%26dtfr%3d%26dtto%3d%26size%3d0xFF%26archive%3d1%26groupid%3d%26pseudoid%3d%26a%3d%26cdid%3d%26cdsrt%3d%26name%3d%26qn%3d%26apalib%3d%26apalic%3d%26lightbox%3d%26gname%3d%26gtype%3d%26xstx%3d0%26simid%3d%26saveQry%3d%26editorial%3d1%26nu%3d%26t%3d%26edoptin%3d%26customgeoip%3d%26cap%3d1%26cbstore%3d1%26vd%3d0%26lb%3d%26fi%3d2%26edrf%3d%26ispremium%3d1%26flip%3d0%26pl%3d
Imagen modificada. Fuente de imagen original: Hombre de negocios rebelándose contra la ley la injusticia.

Entre la decadencia, la ruina y la obviedad, entre lo nuevo y lo viejo,

la muerte y la vida, el alba y el ocaso; en la disipación de las contradicciones…

nos enfrentamos a una catarsis ecuménica.


I. La potencia de la pregunta


La necesidad de emprender este proyecto (publicar un libro) se transformó en un grito difícil de reprimir ante las dudas y el malestar constante sufridos en nuestra vida universitaria como estudiantes de derecho, al contemplar y, muchas veces, participar de esta realidad: estudiantes apáticos, concentrados en un puntaje más que en aprender, aprendizajes memorísticos de teorías fotocopiadas a las que se debía respeto por ser "sacrosantas", por lo que debían formar parte de nuestros rezos semanales, como una especie de sumisión intelectual que requería veneración, pero no solo a la “teoría”; sino también, al importador de aquella, el “catedrático”, que al igual que la “teoría”, solicitaba sumisión a su tipo de «saber» encorbatado y a su investidura "intelectual", por el simple hecho de ser su repetidor semanal.

Es a partir de esta situación que nuestra suspicacia creció ¿qué tipo de «saber» puedo salir de todo esto? ¿Qué tipo de derecho es posible explicar en estas condiciones? Estas interrogantes fueron deambulando durante nuestro tránsito en las aulas universitarias, como una chispa con ganas de incendiarlo todo.


Esta interrogante espumeaba más al analizar las prédicas transmitidas sobre el significado de "derecho", que, algunas veces, era definido como «sistema normativo», «argumento» para un caso concreto, una «ley» o como garante de «justicia y paz social», definiciones inertes que sucumbían cuando recordábamos de qué tipo de «saber» provienen; pero, sobre todo, por la vivencia diaria que aqueja cualquier escenario donde se mueve el derecho: el sistema judicial, estudios de abogados, empresas y las redes externas que los involucran no hacen más que humear injusticia, hambre y desesperanza. Donde se huele vulnerabilidad, marginación y exclusión, donde se aplica «justicia», pero de tipo convenida, que responde al poder del bolsillo y, por tanto, selecciona y crea justicia para quién la necesite y tenga como solventarla.

Gracias a esta constante angustia y a las ganas incontenibles de derrumbar esta forma de «saber» es que un grupo de estudiantes de derecho decidimos reunirnos para reformular lo que ha estado invertido, al querer hablar claro a la hora de cuestionarnos sobre lo qué es el derecho y pretender realizar un análisis y enjuiciamiento pensante en torno a los elementos que realmente lo componen. Esta es la aspiración del Taller de Criminología y Política Criminal Iure et Facto de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, ya que concibe que el quehacer intelectual no debe realizarse ni compartirse desde un escritorio; sino que debe empaparse de las problemáticas reales de su sociedad; vivenciar el dolor y la impotencia que la contiene, a partir del estudio de una de las aristas del derecho que, en nuestra opinión, es la que con mayor violencia castiga, no solo las relaciones que tiene en su vivencia cotidiana el ser humano; sino, su ser, su cuerpo, su Yo: el derecho penal, y, esencialmente enrumbarnos hacia las sendas de un saber un tanto olvidado por la academia jurídico penal peruana, el cual, nos permite estudiar estas cuestiones a través de la vivencia de un individuo en su relación con las estructuras de su sociedad y las formas en las que se expresa el poder punitivo, batallón que afianza aún más la enemistad con los sectores más empobrecidos del mundo, la Criminología. Es a partir de aquí, que pretendemos contribuir en lograr mejores condiciones para nuestra convivencia, construir un mundo más humano (o tal vez, verdaderamente humano).

Pero, ¿qué es lo que esencialmente criticamos? Todos los estudiantes que eligen especializarse en derecho penal se encuentran con explicaciones sobre el funcionamiento de las normas jurídico-penales, su finalidad dentro de un sistema, su adecuación para encerrar una agresión dañosa dentro de un esquema que posibilite el ejercicio de tipicidad, para que luego viaje al interior del sistema penal, una imputación…una sentencia, un ejercicio legítimo de violencia punitiva; sin tomar en cuenta que quienes transitan dentro de este túnel conocido como proceso penal, son seres humanos –en su gran mayoría pobres–, y que esta agresión no responde a explicaciones aisladas –no solo expresa la manifestación del “libre albedrío” de un sujeto que eligió entre el bien y el mal– ya que se encuentra en una sociedad específica con un sistema político, económico y cultural que reproduce su esquema de desigualdad social de forma constante, en la misma violencia que genera a partir de la criminalización de los sectores más vulnerados.


Es por eso que el delito criminaliza un riesgo mentiroso: el sentimiento de inseguridad, el temor a lo desconocido, el miedo a la agresión; cuando estos forman parte de la vivencia diaria de una sociedad y son expresión del trabajo de las instituciones de control que replican esta percepción “dirigida” sobre lo que es malo o bueno; al hacer incontrovertible y casi natural que estas “sensaciones” se deban aplacar con castigos, enmarrocamientos, estigmatización, golpes y miseria.

Es por estas razones que criticamos toda manera reduccionista de abordar lo “criminal” en nuestra sociedad, ya que estas construcciones teóricas y de sentido, funcionan como técnicas de reproducción del sistema social. Decimos “construcciones” porque no resulta válido eliminar la violencia con mayor violencia, pretender integrar a la sociedad a quiénes siempre han estado desintegrados, quitarle la marca de poder a lo que se mueve inmanentemente por un ejercicio de poder, a través de procesos de criminalización selectiva, de construcción mediática de la realidad criminal (al magnificar el delito común –haciéndolo peligroso–), de un discurso engañoso que, de modo conveniente y con afán correccionalista, pretende integrar a la gran masa de individuos que habitan las cárceles, como si ellos hubiesen formado alguna vez parte de la sociedad que los sobreexcluyó.


II. Los mitos convenientes en crisis


Es a raíz de esta situación que nos reunimos para elaborar lo que hoy presentamos como La crisis de los mitos convenientes, que nace como acto tempestuoso por construir sobre la decadencia, nuevos aires de justicia, así como nuevas formas de convivencia entre nosotros. Para destruir la muerte y generar vida a partir de un ejercicio tan simple, pero necesario –el cual, al parecer, se ha dejado de lado–: la pregunta… las preguntas de estudiantes con ganas de comprender y cuestionar lo que se nos ha transmitido en años de estudio.


Mitos porque los planteamientos que se proponen para aplacar la “ola de delincuencia” no hacen más que repetir un cuento agradable, que sirve para justificar con “fundamento teórico” supuestas soluciones para el delito que, desde siglos, arrastramos y que desde su nacimiento fueron eso: mitos…invenciones y que hasta ahora no pueden brindar un análisis real, sino solo herramientas de neutralización que sirven como disuasivo de la violencia, no contribuyen a su comprensión y, por ende, a un efectivo abordaje.

Convenientes, porque encierran un beneficio que resulta al bombardear con este tipo de «saberes», las mentes de los estudiantes, e intentar justificar y volver válida la represión violenta contra el delito, la clasificación de individuos entre delincuentes y no delincuentes y, con esto, separar de la sociedad a quiénes no se sujetan a sus parámetros establecidos. Con lo cual, se promueve y perenniza, aún más, la desigualdad que habita en nuestras sociedades latinoamericanas, porque el catalogado como delincuente, quien recibe todo el peso del poder punitivo, suele ser el individuo más empobrecido y vulnerado (perteneciente a los estratos sociales sistemáticamente olvidados).


En crisis, debido a que esta situación se cuestiona desde hace muchos años, en respuesta al malestar que siente la comunidad académica producto de la existencia de colectivos que ven temerosos las consecuencias de estas prácticas: Latinoamérica es catalogada como una de las regiones más violentas del mundo; la violencia derivada de crímenes patrimoniales, el crimen organizado y el narcotráfico, los crímenes de cuello azul y blanco, las agresiones sexuales, la criminalidad juvenil, la violencia policial, la construcción mediática del delito, la criminalización de la protesta social, el encarcelamiento masivo, la inhumanidad en las cárceles; son problemáticas que crecen y se desbordan sin soluciones adecuadas, porque se considera que la lógica represiva contra el que ha sido catalogado como “delincuente” es la única solución posible: mayores delitos, más penas, mayor encierro, más cárceles, mayor violencia por parte de las fuerzas policiales, mayor control en los barrios.


Debido a esta crisis de los mitos convenientes, un grupo de estudiantes se plantearon realizar preguntas a distintos profesores, a quienes se acudió no solo por su gran e invaluable aporte académico, sino por los ideales que encierran sus palabras.

Nuestra aventura inició en Buenos Aires, de la mano de una pequeña pero valiosa filmadora. La primera entrevista fue realizada a uno de los profesores a quien escuchamos explicar la relación entre cárcel y pobreza, Silvio Cuneo, ello en el marco de las “Primeras Jornadas de Estudios sobre el Castigo” realizada en noviembre de 2018 en la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires). Al día siguiente, nos contactamos con el profesor Matías Bailone, quien muy gustoso nos concedió la segunda entrevista y nos dio mayores datos para nuestro tercer diálogo no programado, ya que sin invitación pudimos entrevistar al maestro Eugenio Raúl Zaffaroni, hecho con el que quedó por demás evidenciada la gran humildad y compromiso que caracteriza a un académico comprometido con la construcción de mejores condiciones de vida para la humanidad. Antes de culminar el día, realizamos nuestra cuarta entrevista al profesor Maximiliano Postay y a Belén Maletti, ambos militantes de LTF Abolicionismo de la Cultura Represiva.

Al llegar a Lima, este material fue publicado en video a modo de ciclo de entrevistas. Gracias al aliento del profesor Guido Croxatto, a quien también pudimos entrevistar, fuimos programando más de estos diálogos, ahora con profesores peruanos. La profesora Rosa Mavila, Marcos Galván, y el profesor Felipe Villavicencio se unieron a esta aventura quienes junto a los profesores, Carlos Elbert y Cecilia Toro, entrevistados a distancia, nos permitieron culminar con nuestro primer ciclo de entrevistas titulado Nuevas formas de actuación de la Criminología Latinoamericana en la globalización, el cual es publicado hoy en formato impreso como La crisis de los mitos convenientes. Sobre poder punitivo, construcción criminal y otras angustias, como grito incontenible, como llanto de siglos, como el inicio para derrumbar “los ídolos de barro” que se han impuesto hace ya bastantes años (siglos) en la «academia jurídico penal», pero que hoy son puestos en tela de juicio por la palabra y las acciones. Quiere fastidiar a todo el que se repute “académico” y sacarroncha a ese «saber» mal creado, mal difundido y mal venerado.


Lima, madrugada del 14 de junio del 2019

 

Lynda Fernández Olivas: Bachiller en Derecho por la UNMSM. Coordinadora de Comisión de Investigación y Publicaciones de Iure et Facto. Investigadora asociada del Instituto Latinoamericano de Criminología y Desarrollo Social.

 

Referencia


Presentación del libro La crisis de los mitos convenientes. Sobre poder punitivo, construcción criminal y otras angustias; editado, publicado y financiado por el Taller de Criminología y Política Criminal Iure et Facto.

130 visualizaciones

Entradas relacionadas

Ver todo

Comments


LA%20CRISIS%20DE%20LOS%20MITOS%20CONVENI
Próximamente

Reimpresión del libro de bolsillo "La crisis de los mitos convenientes: sobre poder punitivo, construcción criminal y otras angustias"

  • Facebook icono social
  • Icono social Twitter
  • Instagram
bottom of page